Soy el Amor que se esconde secretamente sin ser notado entre tus cotidianos pasos, sin importar que sumida vayas en cavilaciones profundas tratando de salir a flote de tus desventuras. Cada día busco encontrarme contigo, hacerme presente. Te regalo un sonido, un aroma, un color, el canto de un ave, una sonrisa dibujada en otro como tú. Pocas veces tengo suerte, aún así lo sigo intentando.
Soy la Esperanza que palpita detrás de tu niño llegado a adulto, quizás ya no me sientes. Tu memoria me ha guardado en un baúl debajo de la pesada losa de lo que consideraste muchos fracasos, pero estoy aquí, en cada latido del tu corazón. Soy Vida y aún así crees que no estoy contigo, soy sutil y me muevo profundamente por tus venas. Estoy presente en casa respiración. Yo soy Tú y eres yo. No hay separación entre nosotras, pero tú solo percibes división. ¿Cómo puede un átomo estar dividido de sí mismo? Eres mi respiración y soy tu aliento. Un aliento divino que lleva en sí todo el Poder de Ser.
-Despierta -te susurro a diario, esperando con paciencia que lo hagas, que sientas lo familiar que somos. No te presiono, solo te abrazo y te veo con infinita compasión. Eres perfecta en tu imperfección y aún que nunca llegaras a saber que estoy en ti, seguiré dentro tuyo, porque Yo soy Tú y eres Yo.
Cristina Galván